lunes, 13 de julio de 2009

Unas mayores habilidades lingüísticas en la veintena podrían proteger contra el alzhéimer.
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Las mujeres con mayores capacidades de lenguaje en la adultez temprana eran menos propensas a sufrir alzhéimer más adelante, incluso cuando las autopsias revelaban los claros cambios cerebrales característicos de la enfermedad.

Además, los cerebros de las mujeres que no tenían síntomas de alzhéimer contenían neuronas de mayor tamaño, según un estudio que aparece en la edición en línea del 9 de julio de la revista Neurology.

"Notamos que en este grupo de personas las neuronas tenían mayor tamaño, y también sabemos que el mismo grupo de personas que llamamos asintomáticas tenía mayores habilidades lingüísticas en la veintena", aseguró el autor del estudio, el Dr. Diego Iacono, becario de investigación en neuropatología de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore.

Es posible que las neuronas más grandes compensaran las placas y nudos cerebrales que por lo general indican alzhéimer, apuntaron los autores.

Los hallazgos también podrían significar que las capacidades de lenguaje a principios de la veintena predicen el riesgo de desarrollar demencia varias décadas más adelante.

Un estudio anterior con hombres también encontró neuronas de mayor tamaño en individuos que tenían placas y nudos pero no evidencia clínica de alzhéimer.

Para el estudio actual, los investigadores examinaron los cerebros de 38 monjas católicas fallecidas, como parte del Estudio de Monjas en curso.

Las mujeres fueron divididas en dos grupos: las que tenían síntomas de pérdida de memoria además de placas y nudos, y las que no tenían pérdida de memoria, tuvieran placas y nudos o no.
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Se analizaron ensayos escritos por las mujeres al entrar en el convento por primera vez a finales de la adolescencia o principios de la veintena en cuanto a la riqueza de las habilidades lingüísticas, lo que incluía el número de ideas expresadas por cada diez palabras, el número de verbos y adjetivos en una oración, y otras cosas.

Las mujeres que no tenían problemas de memoria puntuaron veinte porciento más en las pruebas de lenguaje, aunque no en las de gramática, que las mujeres que sí tenían estos problemas. "Pensamos que este porcentaje sería mayor si aumentáramos el tamaño de la muestra que examinamos. Estamos trabajando para eso", apuntó Iacono.

"La novedad es que esta gente era normal [en lo cognitivo] pero tenían patología de la enfermedad de Alzheimer, como la gente que sufría de demencia", señaló Iacono. "Es increíble que, incluso si se tiene una cierta cantidad de patología cerebral, no se sufra de demencia. Hay algún mecanismo protector".

No está claro si la protección proviene de factores genéticos o de más estudios durante las dos primeras décadas de vida, aunque esto encaja con la teoría de la "reserva cognitiva".

"La idea es que tenemos una especie de reserva cognitiva que comenzamos a aumentar durante la segunda y tercera décadas de vida, y que ésta se puede gastar al envejecer", explicó Iacono. "Así se puede evitar la manifestación d demencia incluso si se tiene alguna patología. Es algo que no esperábamos".

"Esta es la segunda muestra independiente con el mismo resultado. Volvemos a la metáfora el cerebro como computadora y como músculo", aseguró el Dr. Gary J. Kennedy, director de psiquiatría geriátrica del Centro médico Montefiore en la ciudad de Nueva York. "En voluntarios que no tenían señales de alzhéimer pero sí las placas y los nudos, las neuronas en realidad eran de mayor tamaño, más funcionales y con más conexiones".

El trabajo también mostró un aumento en el riesgo de discapacidad cognitiva entre las personas que portaban el gen APOE4, y un efecto protector del gen APOE2.

Ahora, los autores investigan para ver si pueden mostrar una conexión entre las capacidades lingüísticas y estos genes en particular.
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