Afasal abarrota el auditorio.
A pesar de no ser la primera vez, ni mucho menos, que el colectivo de familiares de enfermos de alzhéimer, con Sofía Beiras a la cabeza, organizaba una gala benéfica, la del pasado miércoles por la noche volvió a batir todos registros. Se habían marcado como reto llenar el aditorio municipal de Vilagarcía (754 plazas) y lo cierto es que queda la sensación de que si más hubiera, más coparían. Lleno absoluto para asistir a una de esas funciones que son irrepetibles, no por el hecho de que nunca antes se habían juntado los protagonistas, sino porque hubo magia en el ambiente, aunque no hubiese mago.
Todos los ingredientes de una gran velada se dieron cita: el público entregado, el humor, el saber hacer de un showman y la cultura de raíz hecha música. Mucha e Nucha, o lo que es lo mismo, As cantereiras de Ardebullo hicieron de anfitrionas en una gala en la que Josito Porto ejerció de maestro de ceremonias y la Rondalla Gato Negro de Carril y la Coral Máximo Patiño de Vilaxoán pusieron el resto.
La sensación -confirmada posteriormente- fue que no pudo entrar todo el mundo al auditorio. Es decir, que el espectáculo tuvo tanto tirón que sería como para repensárselo y organizar una secuela, ya que el éxito parece garantizado. Sofía Beiras, la presidenta del colectivo, sostiene que «ha quedado muy buen sabor de boca además de tener un overbooking a golpe de miércoles».
Sin duda, los espectadores, venidos de diferentes puntos de Galicia, coinciden en definirlo con la organización como algo «impresionante» y «emotivo».
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La Voz de Galicia 22/05/2009
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