Todo por una buena causa.

Los estudiantes del instituto Armando Cotarelo de Vilagarcía protagonizaron ayer uno de esos gestos dignos de ser ensalzados. Organizaron un mercadillo para recaudar fondos y otorgar los fondos a un buen fin.

La asociación de familiares de enfermos de alzhéimer (Afasal) es la beneficiaria de esta actividad cargada de grandes dosis de ayuda social y solidaria. Cuando son los más jóvenes los que dan un paso al frente conviene tomar nota y emularles porque el camino ya está abierto.

Al módico precio de un euro se pusieron a la venta las rifas con premio asegurado. Fue a contrarreloj porque el límite lo marcaba el timbre del recreo aunque esa media hora fue fructífera. Un total de 267 papeletas con regalos directos se sometieron a sorteo y todas ellas tuvieron comprador. La inmensa mayoría fue a parar a manos de los propios alumnos y profesores, aunque se acercaron al centro algunos padres.

Los obsequios eran casi lo de menos pero no por ello carentes de importancia. Como el ambiente era estudiantil, los premios también lo fueron. Así, bolsas de deporte, camisetas o bolígrafos se sortearon junto con bocatas, refrescos y bolsas de patatas fritas. Se agotó todo el papel y aunque estaba previsto que hoy se repitiese la iniciativa, el éxito ha obligado a posponer la fecha de la nueva tómbola.

Sin embargo, la afluencia y la rapidez en la venta casi obligan a reeditar éxito. Afasal quiso agradecer con la presencia de Sofía Beiras, la presidenta, y de Dolores García, la secretaria, el gesto benéfico de los estudiantes del Armando Cotarelo.

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Un gran cartel anunciaba la celebración de esta particular tómbola benéfica a favor de Afasal.

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La voz de Galicia